PRIMER MÓDULO: LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

El derecho y la participación ciudadana

CONFERENCIA INTRODUCTORIA

Dr. Rafael González Ballar
Abogado costarricense

III. ¿QUÉ ES IMPORTANTE PRIORIZAR? LA REALIDAD Y EL DERECHO, AMBOS INFLUYEN

Es imposible afirmar que para realidades diferentes no podemos dar una receta aplicable. Es decir, que a cada comunidad le corresponde analizar sus prioridades en el nivel normativo, valorativo y en la realidad misma en que se ejecutará. Sin embargo, en esta sección con algún ejemplo práctico nos vamos a permitir dar alguna explicación sobre qué priorizar. Tanto desde la práctica misma, con ejemplos que ya nuestra realidad ha visto evolucionar, y nos dan algunas pautas importantes.

Es necesario dar a conocer al menos 2 ejemplos que reporta el Banco Mundial y el BID y del cual incluso el primer caso recibió varios premios internacionales:

En todos estos casos, y otros semejantes ha habido una real transferencia de poder de decisión a la comunidad. Ello los diferencia de las frecuentes "simulaciones" de participación en donde se promete a la comunidad dejarla participar pero ello se limita a declaraciones y aspectos secundarios provocando fuertes efectos de "frustración".

El entorno geográfico del Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo se ubica en la pequeña y estratégica porción del país situada al extremo sur-este de la vertiente Atlántica. El Refugio ocupa alrededor de un 70% del Caribe Sur. El 30% restante lo ocupan las comunidades vecinas de Cocles Sur, Puerto Viejo y Playa Negra.

Las regiones costeras de Talamanca se encuentran pobladas desde hace siglos por los antecesores de los actuales grupos Bribrí y Cabécar. Santiago de Talamanca, fundado en 1605 por el capitán Diego de Sojo y Peñaranda, fue el primer asentamiento de la conquista española. Este poblado se ubicó cerca de a confluencia de los ríos Larí, Coén, Urén y Telire con el Sixaola, lo cual brindaba excelentes posibilidades para establecer un puerto tierra adentro

A principio del siglo pasado, los primeros colonizadores afrocaribeños procedentes de zonas costeras nicarag¸enses y panameñas se afincan en esas costas y fundan la mayoría de los poblados hoy conocidos: Old Harbor, Cocles River, Little Bay, Grape Point, Manzanillo, Monkey Point, etc. No es sino hasta avanzado el presente siglo, que comienza a poblarse la zona con mayor intensidad, debido a grandes actividades empresariales en las zonas aledañas (bananeras, exploraciones de carbón y petróleo, etc.) que llevan al Caribe Sur otros grupos (nacionales, panameños, asiáticos, europeos, norteamericanos) y al surgir las carreteras, caminos, poblados y servicios públicos y privados (Coceyma, S.A. 1990). Diagnóstico del Sistema Ecológico: Puerto Viejo-Manzanillo. Costa Rica).

Más recientemente, en las dos últimas décadas, se produce la última oleada, cuando factores como: a) la pérdida de la tradicional y artesanal actividad cacaotera, fruto del derrumbe internacional de los precios y de la llegada de una plaga económicamente incontrolable; b) la mejora y apertura de nuevas vías de comunicación y; e) el desarrollo general de la actividad turística nacional, descubre esta comunidad y la hacen atractiva para costarricenses del interior y para extranjeros (norteamericanos y centroeuropeos), muchos de los cuales adquieren terrenos e invierten en instalaciones de recreo o comerciales.

Es en este contexto de una gran diversidad poblacional, donde lo plural es la regla, que se ha configurado una estructura en la cual las diferencias culturales son la tónica de la vida cotidiana y uno más de sus grandes atractivos.

Antes de 1978 el área fundamentaba su economía en la recolección de cacao y en algunos cultivos de autoconsumo. La pesca y la caza eran actividades complementarias menores. A partir de ese año la principal actividad cacaotera se ve afectada severamente por la aparición de la Monilia (Moniliophora roreri), que junto con el coincidente derrumbe de los precios internacionales del producto, hacen desaparecer prácticamente la actividad y provocan el abandono de los cacaotales. Se intenta, como actividades alternativas acentuar la recolección del coco de las poblaciones naturales costeras y de algunas pocas plantaciones organizadas, pero tal actividad no pasa de ser de carácter marginal. También se pretende consolidar el sector de pesca tradicional de autoconsumo, hacia una actividad comercial productiva, pero tal esfuerzo resulta efímero ante la llegada de los comerciantes de pescado del Pacífico, que ofrecen el producto a más bajo precio y con mayor variedad y constancia. La captura de langosta es una excepción a lo anterior, que da sustento a numerosos jóvenes y cuentapropias del litoral, aunque sin llegar a ser una actividad económica organizada y de gran impacto en la zona.

Un complejo panorama multicausal aparecido alrededor de los años del derrumbe de la actividad cacaotera, marcan definitivamente el cambio de modelo de las actividades productivas de la zona.

En 1976 una bien intencionada, pero totalmente equivocada intervención gubernamental, despoja de su legítima y ancestral propiedad a varios cientos de propietarios de Puerto Viejo y Cocles, al emitirse el Decreto Nú 6036-G que ampliaba los límites de la Reserva Indígena de Kékoldi hasta la costa, la mayoría de estos terrenos constituían la zona cacaotera tradicional afrocaribeña (La Gaceta Nú 121 del 25 de junio de 1976).

En 1985, de nuevo el Estado comete otro grave error, resultante de la declaratoria del Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo (Decreto Nú 16614-MAG). En este caso, el sano deseo de proteger los recursos de una zona tan rica, llevó a los promotores a plantearla engañosamente a la comunidad. Aun hoy día los líderes y las personas más respetables de la comunidad sostienen que ellos dieron su aceptación a lo que creían un plan para el mejoramiento y modernización de sus comunidades. Dentro de los muchos errores que las administraciones del Refugio sumaron, durante 10 años, a los ya graves del inicio (coerción, amenaza, corrupción, abandono, etc.), destaca la falta de voluntad de aclarar a los vecinos que tal declaratoria no implicaba la usurpación por parte del Estado de las propiedades afectadas por el Refugio, idea que aun hoy día subsiste en muchos propietarios lugareños.

Se señala la relación entre ambos actos administrativos irregulares, porque sin lugar a dudas han sido los factores desencadenantes más importantes de uno de los deterioros más graves del lugar, el de la ecología humana. En efecto, ambas acciones indujeron a los pobladores locales a vender muchas de sus tierras, ante la incertidumbre y el temor de un Estado que, en un caso (la ampliación de la Reserva Indígena) les había quitado sus tierras y en el otro, amenazaba con hacerlo a corto plazo (la declaratoria del Refugio), como había ocurrido recientemente en la vecina Cahuita con la declaratoria de un Parque Nacional que no había indemnizado a sus propietarios, hecho que para su nivel de comprensión y de información, no tenía ninguna diferencia con el suyo.

El tercer factor interrelacionado está constituido por la apertura de la zona a los visitantes nacionales y extranjeros, alrededor de 1984, muchos de los cuales aprovechan esa oferta de bellas tierras, que para los locales también eran bellas, pero improductivas, limitadas y amenazadas.

En este muy reciente escenario de cambio es que se insertan: la aun más reciente reflexión de las comunidades sobre su futuro, los grandes avances de la organización ciudadana, el cambio de actitud del Estado para corregir los viejos errores y evitar nuevas equivocaciones, el gran avance que significa la planificación del Refugio, el cambio en la administración del mismo con una amplia participación de la sociedad civil y las metas y objetivos que plantea el presente Proyecto.

En el presente caso existen dos situaciones importantes que permitieron que la población y el proyecto hayan llegado hasta donde lo han querido ellos mismos. La autorregulacion y la descentralización administrativa que se está dando en nuestro país por medio del SINAC.

La primera, pues las partes participantes en el proceso han buscado dentro de la diversidad de organizaciones, comunidades e individuos involucrados, junto con instancias de gobierno formas de regulación interna que han fomentado la concertación y la participación en grado amplio.

La segunda, debido a que el SINAC (Sistema Nacional de Areas de Conservación) se ha descentralizado en regiones dependiendo de los lugares con algún tipo de conflicto. Las decisiones ya no se toman desde la capital en forma vertical y con criterios políticos, sino con criterios en principio más técnicos y con conocimiento del área, de las comunidades y sus necesidades. Los resultados hasta el momento han sido buenos y aún se espera otro tipo posible de beneficios en el marco de la participación ciudadana.

| I. Introduccion | II. ¿Cómo lograrlo? | III. ¿Qué es importante priorizar? | Conclusiones |

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