TERCER MÓDULO:
LAS ALIANZAS ENTRE SECTORES

CONFERENCIA INTRODUCTORIA

Fernando Rojas H.
Abogado colombiano
Profesor visitante en la Universidad de Harvard

B. Las experiencias y las respuestas que se desprenden de ellas

Los prerrequisitos para la conformación de las alianzas

11. Las condiciones de factibilidad y de favorabilidad pueden ser comunes a la mayor parte de las alianzas o condiciones específicas requeridas por un contexto o una situación especial. Los casos documentados ofrecen ejemplos de prerrequisitos propios de la situación especial donde se dio cada alianza. Algunos de estos prerrequisitos pueden considerarse objetivos en cuanto propios de la situación o del contexto; otros son subjetivos en cuanto se predican de las personas o los actores de las alianzas. Este aparte presenta las condiciones comunes o requeridas generalmente para la conformación de las alianzas:

Las precondiciones esenciales no incluyen un nivel mínimo de ingresos o de bienestar. Así lo confirman experiencias exitosas como la del barrio San Jorge en la provincia de Buenos Aires, desarrollada sobre uno de los ríos más contaminados de la Argentina, con una comunidad de estructura de edad predominantemente joven, un 36% de residentes que no terminaron la escuela primaria, un porcentaje de desocupación del 40% y un 35% de familias cuyos ingresos no alcanzan para una canasta familiar completa. El estado de las viviendas y de infraestructura urbana o la provisión de los servicios eran todos deplorables cuando la ONG comenzó a trabajar: sólo el 34% de las viviendas se encontraban en buen estado aunque mejorable; el 44% se hallaban en estado regular y eran recuperables; el 22% de las viviendas era irrecuperable. El 55% de las viviendas recibía agua por canilla o conexión a la red pública de agua; el 40% tenía acceso precario al agua de la red y el 5% se abastecía de camión cisterna. el 30% de las viviendas carecía de desag¸es suficientes y el barrio padecía de problemas de inundación; apenas un 25% de las viviendas recibía servicios de recolección de basuras y los desechos se acumulaban en calles que la lluvia transformaban en lodazales.

Los obstáculos para la formación de las alianzas

12. Las alianzas entre los actores de la sociedad civil y autoridades de los varios niveles de gobierno tienen que superar obstáculos y resistencias para conformarse y para alcanzar éxitos. Al igual que los prerrequisitos y las condiciones de favorabilidad o las fortalezas de las alianzas, algunos de estos obstáculos son comunes a las alianzas mientras otros son propios de situaciones particulares. A continuación algunos de los obstáculos comunes u ordinarios identificados previamente por los estudiosos del tema:

En Latinoamérica, el marco legal suele ser obstáculo a la expansión de programas de financiación informal que necesitan evolucionar hacia entidades financieras formales. Como se les imponen numerosas restricciones, aquellos programas de financiación han tenido que limitarse a recoger el ahorro de pequeños ahorradores para canalizarlo hacia las grandes corporaciones. Se hace necesario un nuevo marco legal que facilite la destinación del ahorro de los pequeños inversionistas al desarrollo de su propia comunidad, tal como ocurre ya con los bancos comunitarios de los Estados Unidos.

La creación de las condiciones necesarias

13. La mayor parte de los casos conocidos incluyen gestión o creación de las condiciones propicias para el éxito de las Alianzas, en unos casos con mayor énfasis que en otros. Especial atención han recibido los factores facilitadores de la organización de la comunidad y de su vinculación con los gobiernos locales o con el sector financiero. Se trata de introducir condiciones de cambio en la dinámica de poder para nivelar a los actores a partir del reconocimiento de sus diferencias y de establecer cuál debe ser la forma de funcionamiento de las alianzas para favorecer una participación efectiva y sostenida de cada actor. A continuación algunos de los mecanismos y de las tácticas empleados para establecer las condiciones requeridas por las alianzas:

Los intereses y los nichos de participación de los diversos actores

14. Cada una de las entidades o de los grupos participantes en las alianzas llega a ellas con un interés propio, defendible legítimamente. El lugar o nicho de participación de cada participante y la intensidad y la forma misma de la participación dependen esencialmente del interés que cada uno de ellos confía hacer valer y de la expectativa de validación de su interés.

A continuación las observaciones más pertinentes y las principales lecciones aprendidas respecto de los intereses que persiguen y de la forma como intervienen cada uno de los tipos de participantes usuales en las alianzas de lucha contra la pobreza.

15. Los gobiernos locales. Los casos de fortalecimiento comunitario para la formación de alianzas analizados en Encuentros 1996 mostraron diferentes grados de intervención del nivel local o municipal. La intensidad de la participación del nivel municipal pareció depender fundamentalmente de la descentralización del Estado y de la capacidad de las entidades promotoras para interesar el gobierno local:

16. La iniciativa y la participación activa de los municipios es asimismo importante en los casos presentados por PARCOMUN en Colombia y por CIDADE en Brasil, dos países que han avanzado considerablemente en su descentralización. También parece tener una importancia crítica en la experiencia de PROA en el municipio de El Alto en Bolivia. Otro tanto ocurre con el papel de la provincia de Salcedo, en la República Dominicana, en el caso presentado por CIPROS. El vencimiento de las resistencias de los gobiernos municipal y provincial resultó esencial para el desarrollo de las alianzas gestionadas por SEHAS en Córdoba, Argentina.

La lección que dejan todos estos casos en la necesidad de vincular los gobiernos locales y de contribuir a su fortalecimiento en vez de evitarlos o de sustituirlos.

17. Experiencias como las de Córdoba o la del Barrio San Jorge en la Provincia de Buenos Aires ponen de presente la necesidad de sensibilizar a los gobiernos locales o llevarlos a percibir que las comunidades pobres tienen ya un sistema propio de sobrevivencia y que este sistema es un recurso técnico que la alianza debe capitalizar.

El caso de la ciudad de Escondido, en California, sobresale porque la iniciativa de constitución de la alianza provino de la misma municipalidad y comenzó por promover la constitución de una minoría en grupo proactivo para la atención de sus propias necesidades y de las necesidades del desarrollo urbano de su zona. La experiencia de Escondido llama a explorar programas de capacitación de los gobiernos locales para que ellos mismos asuman liderazgo en la conformación de alianzas y de las organizaciones participantes en ellas.

18. La comunidad pobre. La comunidad es a la vez el actor más crítico y el de más difícil consolidación. Sin la participación de la comunidad no hay apropiación, ni adecuación, ni preferencias, ni eficiencia, ni sostenibilidad. La comunidad identifica, prioriza y propone soluciones y participa en la solución de sus problemas. Es el actor principal y el objetivo primordial de las alianzas de lucha contra la pobreza: decide, administra fondos, lleva sus controles de gastos, etc.

La intervención directa de las comunidades de base se ha hecho necesaria por el hecho de que el Estado por sí solo no les resuelve sus necesidades y porque no se sienten representadas por los partidos políticos. Las comunidades buscan entonces acceso o voz directa de ciudadanos en los foros decisorios de la asignación de los recursos sociales.

Al mismo tiempo, la comunidad es generalmente desorganizada y tropieza con dificultades para identificar sus prioridades y sus recursos propios. Metodologías tales como las de los cabildos abiertos, experimentadas recientemente en América Latina, deben ser refinadas para que conduzcan a agendas efectivamente priorizadas por las comunidades a la luz de un marco transparente de recursos escasos disponibles.

19. El caso del Proyecto Comunitario para la Educación en el Norte de Filadelfia (North Philadelphia Community Project del Philadelphia Educational Fund) puso de presente una dimensión novedosa de la contribución de la comunidad a la alianzas. En efecto, en este caso la comunidad no aportó solamente sus preferencias y sus recursos organizados sino que, por razón de su posición tradicionalmente externa y casi ajena a un sistema educativo que se suponía manejado por el Estado, la vinculación de la comunidad permitió identificar las barreras internas del mismo sistema educativo para el acceso de los estudiantes a la educación superior. Barreras tales como prácticas docentes inadecuadas o la falta de cursos preparatorios o de cursos nivelatorios para el ingreso a la universidad o de cursos nivelatorios. De manera que la incorporación de la comunidad, de las ONGs, de la empresa privada o, de manera general, de los organismos de la sociedad civil a sistemas tradicionalmente públicos de provisión de servicios produce un choque con mecanismos y con programas que imprimen ineficacia o ineficiencia al sistema mismo y que han pasado inadvertidos para los agentes que están dentro de él.

20. La Empresa privada. Uno de los desafíos de las alianzas es conseguir la vinculación de las empresas, encontrar formas de comprometerlas como protagonistas del desarrollo social local. Su compromiso dentro de las alianzas trasciende la filantropía y el mecanismo simple de las donaciones en la medida en que el compromiso empresarial con las alianzas tiene que basarse en la conciliación de su interés propio con los objetivos y los mecanismos de lucha contra la pobreza.

21. Es grande el contraste entre la cultura y los arreglos institucionales de Norteamérica y los del resto del continente en cuanto a la participación de los agentes privados en las alianzas. Por regla general, las entidades públicas y privadas de Norteamérica cuentan con arreglos institucionales favorables para la concertación entre los sectores público y privado y pueden apoyarse en mecanismos de estímulo y en una larga tradición con un sinnúmero de experiencias exitosas con participación de la empresa privada. Por el contrario, son pocos los ejemplos de participación de la empresa privada en la cogestión de los asuntos de interés colectivo en Latinoamérica.

Empero, está creciendo el interés por vincular la empresa privada a las alianzas de lucha contra la pobreza en América Latina. Las ONGs latinoamericanas, las comunidades y, en menor medida, las propias empresas y los gobiernos --especialmente los gobiernos locales-- han mostrado interés en aprender de otras regiones la manera como han conseguido movilizar la empresa privada y de concertar exitosamente con ella dentro de las alianzas para la lucha contra la pobreza. Este interés ha llevado a los agentes promotores de alianzas en Latinoamérica a preguntar a sus similares de Norteamérica:

22. El Fondo Educativo de Filadelfia (Philadelphia Education Fund), el Greenlining Institute, Chicanos por la Causa y el Banco Comunitario de la Bahía (Community Bank of the Bay) han practicado esencialmente el mismo patrón estratégico desarrollado por Pan para el Mundo (Bread for the World) para incorporar exitosamente las firmas privadas en sus alianzas de lucha contra la pobreza en los Estados Unidos. 1 La estrategia de Pan para el Mundo se basa en los siguientes principios y mecanismos:

La estrategia de incorporación de la empresa privada se dirigió a la capacidad, la motivación y el interés de las organizaciones empresariales existentes. Las ONGs partieron de la naturaleza de la entidad corporativa, analizaron su comportamiento motivacional y su interés empresarial, su sicología y su imagen cultural, su interés en otorgar donaciones. Y se demostró que las firmas o corporaciones sí tenían un interés en participar en la alianza, bien fuera por motivos tributarios, por relaciones públicas o por cualesquiera otra razón. Se hizo seguimiento a los cambios que experimentaban las propias organizaciones empresariales participantes como resultado de su participación en la alianza. En el caso del Fondo Educativo de Filadelfia, las firmas o empresas se movieron dentro de las alianzas a lo largo de una curva de diferentes grados de interés en el tiempo: interés de riesgo o meramente exploratorio durante uno o dos años; disposición para prolongar la financiación de la empresa privada durante toda una generación educativa (veinte años) si el programa marchare exitosamente y mostrare resultados positivos durante sus primeros años.

23. La empresa privada ha estado también presente en varias de las experiencias de alianzas en Latinoamérica. En general, la banca privada --como la pública-- ha estado dispuesta a extender la cobertura de sus servicios a las comunidades pobres una vez se han establecido programas bien estructurados con mecanismos transparentes y garantías suficientes.

En el caso de FUPROVI, en Costa Rica, fue posible motivar a la empresa privada gracias a la solidez de los programas y a la envergadura y el prestigio de cumplimiento de la misma FUPROVI en cuanto entidad promotora o intermediaria. Con estos argumentos se consiguió que las empresas crearan un fondo de becas y colaborasen con campañas en los medios de comunicación; el sistema financiero abrió los canales de crédito a la financiación y construcción de vivienda para familias de bajos ingresos.

La experiencia de FUPROVI deja las siguientes lecciones sobre similitudes y contrastes entre las experiencias latinoamericanas y las norteamericanas:

En América Latina, las firmas más susceptibles de interesarse en las alianzas locales son aquellas que tienen un interés propio en la promoción de la comunidad, como sucede cuando las empresas tienen un radio de acción municipal o están arraigadas a la localidad donde se desarrollan los programas. Para mover el interés de las firmas locales hace falta trabajar con el nivel gerencial o directivo, incorporarlos en las juntas de desarrollo comunitario de manera que comprendan la situación de la comunidad. Las empresas más grandes o las corporaciones multinacionales se interesan más por problemas de alcance nacional y por ello hay que ofrecerles participación en programas de más amplia cobertura geográfica o poblacional.

24. El gobierno nacional (o nivel central de gobierno). El gobierno nacional juega un papel menos protagónico y menos visible que otros actores de las alianzas. Pero su participación es frecuentemente condición sine qua non para la conformación de las alianzas, para el logro de los objetivos perseguidos o para la sostenibilidad de los mismos.

25. En algunos casos el gobierno nacional aparece cumpliendo un papel facilitador y orientador mediante la apertura de posibilidades de acción o de conformación de las alianzas. En estos casos, el gobierno central o federal dicta políticas o regulaciones que permiten que las organizaciones privadas o los gobiernos locales participen en la solución de sus problemas.

En los esquemas de crédito promovidos y coordinados por FUPROVI en Costa Rica, por ejemplo, el gobierno nacional participa con políticas de oferta de subsidios y créditos en función de los ingresos de las familias. Interviene también el nivel central mediante las regulaciones y las políticas de servicios domiciliarios, con la autorización de los permisos para construcción, con los programas ofrecidos por los institutos de aprendizaje técnico en el campo de la construcción de vivienda.

26. En otros casos, son las ONGs y las alianzas las que parecen poner en marcha políticas y orientaciones de los gobiernos nacionales para la reducción de la pobreza que de otra manera se quedarían sin aplicar o sin desarrollar. Así aparece, por ejemplo, en los casos del Greenlining Institute, del National Council of La Raza, de CIPROS en la República Dominicana, de CIDECA en dos municipios del departamento de Sololá en Guatemala y de PROA en el municipio de El Alto en Bolivia.

27. Y todavía en otros casos las ONGs aparecen tomando iniciativas para la reforma de las políticas nacionales, informando al gobierno central o federal de las necesidades, de las áreas donde se requieren políticas que faciliten la participación de los agentes privados o aún de las técnicas o de los mecanismos de simplificación adecuados. En estos casos la ONG toma la iniciativa y propone alianzas estratégicas de amplio espectro a las instituciones del Estado. Así, el National Council of La Raza presionó y consiguió en 1992 una reforma legal para facilitar el acceso de las familias de bajos ingresos al mercado secundario de hipotecas. 3

28. Si el Estado no puede efectuar la redistribución justa de bienes y servicios, el mismo Estado debe abrir o facilitar canales de participación especialmente dirigidos a los sectores más marginados de la población. La motivación del Estado estriba en el cumplimiento de su nuevo rol y hacia acá deben dirigirse los incentivos: a desarrollar el interés de los gobernantes en asociarse con instituciones capaces de cumplir con algunas de las responsabilidades que antes asumía el Estado, en posibilitar la eficacia de estas instituciones, en adoptar métodos de convocatoria y de negociación semejantes a los de las ONGs.

En los Estados Unidos, las regulaciones vigentes impedían hasta hace poco tiempo la inversión de fondos gubernamentales en una institución como el Banco Comunitario de la Bahía (Community Bank of the Bay), entidad presumida de alto riesgo por el hecho de haber definido a las comunidades más pobres como su clientela-objetivo. De hecho, este tipo de instituciones no producen usualmente utilidades durante sus primeros años de existencia y despiertan el temor de inversionistas y depositantes. Las organizaciones promotoras capitalizaron leyes recientes favorables a los bancos de desarrollo comunitario y consiguieron, gracias a la evidencia de resultados iniciales positivos en términos de rentabilidad y de bajas tasas de cartera perdida o de difícil cobro, motivar a todas las entidades potencialmente interesadas en invertir en el desarrollo comunitario. Los riesgos propiamente financieros y de falta de sostenibilidad fueron controlados mediante el otorgamiento de créditos pequeños, cuidadosamente focalizados en entidades afincadas en la comunidad que estaban en capacidad de crear empleos. El Banco Comunitario de la Bahía aprovechó el nuevo marco legal favorable para captar recursos de los gobiernos locales, de la banca y de las compañías de seguros y para movilizar recursos de las fundaciones y de las comunidades.

El Banco Comunitario de la Bahía (The Bay Area Community Bank), con sede en San Francisco, California, es una organización para promover el crecimiento de empresas y la vivienda en las comunidades de bajos ingresos. La creación de este banco estuvo motivada por la percepción del fracaso de los programas gubernamentales para la redistribución. La contribución del Gobierno Federal a esta nueva alianza correspondió exactamente a su nuevo tipo de intervención: suprimir las restricciones que impiden las acciones de la sociedad civil para producir bienes y servicios colectivos o redistributivos, lo cual se consiguió con reformas legales aprobadas durante las administraciones de los presidentes Bush y Clinton que estimularon la capitalización de los fondos de desarrollo comunitario mediante el otorgamiento de puntos de mérito a los bancos y las compañías de seguros que invierten en proyectos de la comunidad. En vista de esta circunstancia, el Banco de la Bahía pudo reunir recursos financieros de las iglesias, de agencias gubernamentales, de otros bancos y compañías de seguros, de empresas privadas y de fundaciones.

29. Las ONGs. Casi todos los estudios de caso conocidos hasta ahora incluyen ONGs en las funciones de mediación o de allanamiento de obstáculos y de asistencia técnica a través de responsabilidades tales como la iniciativa, la convocatoria, la conformación de los actores, la programación, la coordinación, la ejecución, el seguimiento, la evaluación, la documentación o la supervisión de las alianzas. El papel principal de las ONGs se concentra frecuentemente en la habilitación de la comunidad para que ésta intervenga en la mesa de concertación, 4 ya sea mediante el estímulo a la formación del liderazgo comunitario o del apoyo o acompañamiento técnico a la comunidad en las primeras fases de la concertación . Las ONGs deben cumplir con el papel de intermediación entre las partes, especialmente en la primera fase de descentralización del Estado.

30. Los motivos de intervención de las ONGs en las alianzas son una mezcla de ideales éticos y políticos con percepciones realistas y pragmáticas de los vacíos que dejaba el orden institucional propio de la separación tajante entre el Estado y la sociedad civil:

31. En cuanto instituciones mediadoras y facilitadoras, las ONGs tienen un papel transitorio que tiende a disminuir en la medida en que los demás actores pueden concertar por sí mismos. La meta primordial de las ONGs consiste en que la comunidad desarrolle gradualmente su propia capacidad y que extienda su radio de acción hacia las otras comunidades del área. La continuidad de la ONGs es garantía de que el proceso está en marcha; pero las decisiones se toman como equipo entre los varios actores; se administra en conjunto; ni las ONGs ni las comunidades pueden dejar de participar en la administración ni pueden excluir a la otra parte.

32. Las alianzas deben tener cuidado en evitar las ONGs que "viven de la pobreza", esto es, que se apropian del liderazgo para sí y circunscriben la iniciativa y la autonomía de la comunidad o refuerzan los lazos de dependencia de ésta. ¿Cuál es la estructura de las ONGs y cuál la conformación de las alianzas que estén en capacidad de prevenir que unos pocos mantengan el control de la comunidad o de las coaliciones o pretendan ejercer poder sobre ellas? ¿Qué precauciones se pueden adoptar para asegurar que las ONGs promueven el liderazgo comunitario y garantizar que cuando las ONGs se retiran de una comunidad ésta se encuentra fortalecida con respecto al momento de la llegada de las ONGs? Algunos de los mecanismos ensayados para prevenir que las ONGs, en cuanto entidades promotoras, ejerzan control sobre la comunidad o sobre los actores de la alianza han sido los siguientes:

El grado de marginación que afecta las comunidades más pobres de El Salvador les impide tomar iniciativa para la conformación de alianzas. En vista de esta circunstancia se requiere que las ONGs sean promotoras de proyectos de alianzas; pero su papel de promotoras debe ser transitorio y subsidiario; la intermediación permanente o principal desanima el protagonismo de la comunidad y es contraria a la apropiación del proyecto por parte de ésta.

En El Salvador las ONGs conforman redes en las que participan las comunidades; algunos de los directivos de las ONGs son elegidos de entre las mismas comunidades con las cuales trabajan las ONGs.

FUPROVI, en Costa Rica, interviene en la conjugación de actores como una organización más, que se relaciona con los otros miembros de la alianza mediante relaciones horizontales en las que aporta sus capacidades especiales de coordinación para la movilización y la canalización de recursos y de complementación de la capacidad propia de las comunidades. FUPROVI se define y se autopercibe como instancia externa a las comunidades de beneficiarios e instancia transitoria en la organización de éstas. Por esta razón, FUPROVI es consciente de que no debe crear dependencias de la comunidad y por esto mismo estimula la toma de decisiones en asambleas generales de la misma comunidad.

33. Por razón de su decreciente papel en la conformación de los actores y de la reorientación gradual de su papel hacia la documentación, la evaluación o la supervisión, las ONGs tienen que adaptarse a cambios radicales de objetivos. Las ONGs que han promovido la organización comunitaria en el barrio de San Jorge, en Argentina, por ejemplo, sienten que con el paso del tiempo han perdido identidad como institución; hoy son esencialmente un equipo de trabajo que se reúne una vez por semana.

En Argentina se diferencia claramente la comunidad de la ONG; cada una de estas entidades llega a la alianza con su identidad propia. La ONG es un grupo técnico de apoyo, distinta de las comunidades u organizaciones de pobladores.

Los métodos y las técnicas de convocatoria y de motivación de los participantes. El proceso de capacitación de los actores

34. Todas las partes de una alianza, unas más que otras, incluidas las propias ONGs, aprenden a concertar en la medida en que avanza el camino de conformación de las alianzas. Por ello, las alianzas necesitan de sistemas flexibles de toma de decisiones y de control de los recursos; las alianzas son organismos dinámicos, con participantes cambiantes que además varían sus compromisos y sus grados de participación en el tiempo.

35. Las iniciativas de capacitación de la comunidad, de coordinación de actores y de formación de las alianzas provienen generalmente de las ONGs. Gradualmente las autoridades gubernamentales se vinculan a ellas y la comunidad se apropia paulatinamente de la experiencia.

36. El actor más desorganizado en el momento de la convocatoria a una alianza suele ser la comunidad misma; pero su apropiación es esencial para la sostenibilidad y la eficiencia y por ello hay que invertir más en su formación inicial. La convocatoria de la comunidad y su capacitación para la organización, la movilización y la participación es terreno donde las ONGs tienen ventaja comparativa.

Los participantes en las alianzas deben estar en capacidad de descubrir sus intereses, de comprometer acciones y comportamientos y de traer esta información a la mesa de negociación. Y los promotores de las alianzas deben estar en capacidad de identificar los intereses de cada actor, sus marcos y grupos de referencia, su misión y su naturaleza institucionales, su potencial de contribución a la alianza.

37. La movilización de la comunidad presupone generalmente la educación de quienes no conocen las reglas del juego de poder o de influencia para la toma de decisiones en los asuntos colectivos. En otros casos se trata de vencer las resistencias que ofrecen quienes se sienten más cómodos en posiciones altruistas que en la defensa del interés propio. La dinámica de poder generada por las alianzas exige la capacidad de identificar y defender el interés propio y de compaginarlo con el interés institucional o el interés público. De allí que la preparación de los actores requiera ordinariamente de un proceso gradual o por etapas que se proponen metas susceptibles de alcanzar en el tiempo.

38. Pan para el Mundo ha escudriñado celosamente los componentes de la organización y movilización de las comunidades. Esta ONG ha experimentado exitosamente con las siguientes metodologías y estrategias:

Las etapas para la formación de las alianzas. La elevación gradual de la escala o expansión del radio de acción

39. Las limitaciones de escala de los programas locales y participativos de lucha contra la pobreza llevan a formular las siguientes preguntas:

40. Los casos conocidos han puesto de presente las vías mediante las cuales se consiguen la multiplicación de los recursos y la expansión gradual de la escala o del impacto de las alianzas:

El Banco Comunitario de la Bahía y los otros cinco bancos de desarrollo comunitario que le han precedido6 comenzaron por demostrar la rentabilidad de los créditos para vivienda de bajos ingresos y para pequeñas empresas arraigadas en la comunidad. A partir de estas experiencias se consiguió motivar a los gobiernos locales para que comprometieran en ella fondos gubernamentales y para que refomaran la normatividad municipal de cara a incentivar a los bancos y a las compañias de seguros a invertir en aquel tipo de bancos.

41. Las experiencias conocidas hablan de procesos más que de programas o proyectos; procesos que se van institucionalizando con participación de las comunidades locales; procesos de abajo hacia arriba en la definición de políticas. La ampliación de la escala y la institucionalización es cuestión gradual, función del éxito o del resultado a lo largo de períodos prolongados de tiempo.

Las áreas de trabajo más propicias para convocar, iniciar o profundizar procesos de alianzas

42. Las experiencias conocidas han permitido identificar algunas de las áreas de trabajo que han demostrado especiales virtudes o ventajas para convocar, iniciar o profundizar procesos de alianzas cada vez más amplios:

Existe suficiente experiencia para proponer áreas de trabajo que han demostrado capacidad de motivar la organización de la comunidad, movilizar los recursos de los varios actores, conducir a la apropiación del proceso por parte de éstos, producir resultados en el corto, el mediano y el largo plazos y elevar las probabilidades de sostenibilidad y de expansión de las alianzas. Por estas razones, son áreas proclives a la eficiencia en la utilización de los recursos disponibles para las alianzas.

1. Ver ponencias o estudios de caso preparados para este Seminario Encuentros I.

2. En este último caso mediante el aprendizaje de técnicas de cobro a la comunidad: cómo incorporar nuevos clientes, cómo trasladar esta experiencia a otros barrios marginales de la ciudad, etc., todo ello de manera semejante al interés de algunas firmas bancarias o comerciales en los Estados Unidos. Intereses similares de la empresa privada han estado presentes detrás de programas de titulación o legalización de tierras y viviendas en el Perú.

3. Cf. "National Council of La Raza", estudio de caso preparado para Encuentros, Banco Mundial, Washington, 1996. Págs. 3-4.

4. Este papel de las ONGs para con las comunidades es analizado más adelante a propósito de los métodos y las técnicas de convocatoria y motivación de los participantes, del proceso de capacitación de los actores y de las etapas de conformación de las alianzas.

5. Tómese el ejemplo del barrio San Jorge en la Provincia de Buenos Aires. El Programa de Mejoramiento Integral regularizaba gradualmente la tenencia de la tierra y mejoraba las condiciones de la vivienda. Comenzó con metas claras, transparentes y al alcance de los recursos disponibles; asumió paulatinamente metas más ambiciosas, mas intersectoriales, de mayor influencia en la decisión de políticas, involucrando más actores bajo el ímpetu de los logros iniciales.

Otro tanto ilustra la experiencia de FUPROVI en Costa RICA. El programa de FUPROVI se concentró inicialmente en la capital, San José, y luego se extendió a toda el área metropolitana y hacia otras provincias del país. Gracias a este crecimiento paulatino, FUPROVI ha logrado cubrir 7.000 familias y 32.000 personas en 42 asentamientos locales.

6. Algunos ejemplos de entre los cinco bancos precedentes son: South Shore Bank of Chicago, Elk Horn Bank and Trust of Arkadelphia, Arkansas y Community Capital Bank of New York City. Cf. "Community Bank of the Bay Case Study", preparado para Encuentros 1996, pág. 2. (Ver ponencias)

7. Experiencias habidas en otros países indican que, en una escala hipotética de capacidad de movilización, la educación viene después de la vivienda y la infraestructura básica urbana y está por encima de la salud, especialmente de los servicios curativos. Ocurre que las personas de bajos ingresos sienten la presión cotidiana de la falta de vivienda y, en menor medida, de la imposibilidad de enviar los hijos a la escuela; pero las enfermedades o los accidentes sólo sobrevienen de manera esporádica y dan lugar a un cálculo de probabilidades donde lo inmediato precede a lo importante. Así lo han puesto de presente las consultas de prioridades a las comunidades, tales como las adelantadas por el programa PRODEL en Nicaragua o por las Secretarías de Participación Popular y de Agricultura en Bolivia.

A. Las preguntas del tema
B. Las experiencias y las respuestas que se desprenden de ellas
C. El sistema jurídico: ¿promotor u obstáculo de las alianzas?

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