ART.-2
La Francmasonería tiene como deber extender hacia todos los componentes de la
humanidad los lazos fraternales que unen a los Francmasones esparcidos por toda la
superficie de la Tierra.
Recomienda a sus miembros propagar sus ideales a través del ejemplo, la palabra y los
escritos manteniendo en todo momento la necesaria discreción sobre los asuntos internos.
ART.-3
Es deber de un Francmasón, en todo momento, ayudar, ilustrar y proteger a su hermano
y defenderle contra cualquier injusticia.
ART.-4
La Francmasonería considera al Trabajo como uno de los deberes esenciales del hombre
y honra igual el trabajo manual que el intelectual.
ART.-5
La Francmasonería tiene signos y emblemas de alto significado simbólico que sólo
pueden ser revelados por la Iniciación.
Estos símbolos presiden, en las formas determinadas por los Ritos, los trabajos de los
Francmasones y les permiten reconocerse y ayudarse por toda la superficie de la Tierra.
La Francmasonería no impone ninguna interpretación dogmática de estos símbolos.
La Iniciación comporta varios grados:
Los tres primeros son los de Aprendiz, Compañero y Maestro.
Este último es el único que da a los Francmasones la plenitud de los derechos
masónicos. Nadie puede ser dispensado de las pruebas prescritas por los rituales.
ART.-6
La soberanía se ejerce a través del sufragio universal.
ART.-7
En las reuniones masónicas todos los Francmasones son iguales. No existe entre ellos
más distinciones que las de la jerarquía impuesta por las diferentes funciones.