Las informaciones
disponibles son siempre más numerosas. Pronto no
seremos más en condición de seguir directamente
su flujo. El conocimiento basado en la síntesis
directa de las informaciones explicables no será
posible, desde el punto de vista de la plenitud,
para la mayor parte de los hombres. Serán
posibles solamente, en materia de
información explícita, síntesis de síntesis parciales,
preparadas por intermediarios que tratarán de
presentarlas al público. Este tipo de conocimiento no es el
deseado por los hombres libres. Así como en el
pasado, la tentación de proponer informaciones
en forma dogmática será muy fuerte.
Todavía, el desarrollo interior del génere
humano rinde improbable esta esta vía que
constituiría una verdadera involución.
Es más probable
una evolución que, aunque usando la gran masa de
informaciones explícitas, deberá basarse
esencialmente en la conciencia. En otras palabras, la
conciencia de las formas - en las informaciones -
deberá jugar roles más importantes en el
desarrollo de la humanidad. Lo mismo se puede
hipotizar para la percepción de la íntima
naturaleza dinámica de las informaciones mismas
y de las fuerzas ligadas a ellas.
No siendo posible
ligar las formas y las fuerzas a conocimientos
explicables, desde ahora podemos decir que la
responsabilidad de interpretar "artisticamente" las informaciones
recae sobre los "navegadores" de la
conciencia.
Por estos motivos
se debería incitar las experiencias interiores
basadas sobre la "navegación" a vista,
siguiendo el Arte y consecuentemente, la intuición y las resonancias de los eventos, con
nuestros valores sagrados.
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