Código Internacional de Conducta
sobre
Transferencia de Armas

Una Declaración Conjunta para la Paz y el Progreso Humano

Venimos de naciones diferentes y con variadas historias. En el pasado, el mundo nos honró con el Premio Nobel de la Paz por cada una de nuestras luchas por la paz y la justicia. Actualmente, hablamos a una sola voz sobre nuestro interés compartido de tomar en cuenta el efecto destructivo del comercio de armas, que adolece de regulación. Juntos, hemos escrito un Código Internacional de Conducta sobre la Transferencia de Armas, el cual, una vez aprobado por todas las naciones vendedoras de armas, podría beneficiar a toda la humanidad, las nacionalidades, las etnias y religiones.

Este Código Internacional de Conducta podría regular toda transferencia de armas, incluyendo las armas convencionales y las municiones, el entrenamiento militar y la seguridad, y la tecnología militar sensitiva y de doble propósito. El Código estipula que cualquier país que desee adquirir armamentos debe reunir ciertos requisitos, incluyendo la promoción de la democracia, la protección de los derechos humanos, y la transparencia en el gasto militar. También debe observar la prohibición de vender armas a países que apoyen el terrorismo y los estados que cometan agresión contra otras naciones o pueblos.

La comunidad internacional no puede ignorar por mucho tiempo las repercusiones acarreadas por la transferencia de armas en forma irresponsable. La venta indiscriminada de armas estimula la inestabilidad política y las violaciones de los derechos humanos, prolongando los conflictos violentos, y debilitando los esfuerzos diplomáticos por resolver las diferencias en forma pacífica. La transferencia de armas con frecuencia se realiza bajo la niebla del secreto, y generalmente responde a los deseos de unos pocos mientras ignora los derechos y las necesidades de la mayoría. Tristemente, muchos gobiernos continúan desviando los escasos recursos hacia la adquisición de armas mientras su gente vive en la más abyecta pobreza.

Millones de civiles han muerto en conflictos armados durante este siglo, y muchos más han perdidio a sus seres queridos, sus hogares, sus espíritus. En un mundo donde 1.3 billones de personas gana menos de un dólar diario, la venta de armas simplemente perpetúa la pobreza. Nuestros niños necesitan urgentemente escuelas y centros de salud, no armas ni aviones de combate. Nuestros niños también necesitan ser protegidos de la violencia. Los dictadores de este mundo, no lo pobres, claman por las armas.

Una vez que el Código de Conducta sobre la transferencia de armas entre en vigor, podría prevenir la aparición de gobiernos antidemocráticos construidos por sofisticados arsenales. Los gobiernos que sistemáticamente abusan de los derechos humanos a través de prácticas tales como la tortura y las ejecuciones arbitrarias no podrían recibir adiestramiento militar. Los países que cometan genocidio estarían incapacitados para adquirir municiones. Los gobiernos comprometidos con la agresión armada contra otros países o pueblos no podrían comprar misiles. Los estados que apoyen el terrorismo serían impedidos para adquirir armamentos. Además, todas las naciones deberían reportar sus adquisiciones de armas a las Naciones Unidas. Este Código de Conducta podría, en forma innegable, promover la paz y la seguridad y proteger los derechos humanos.

Hacemos un llamado a todas las naciones a respaldar este Código Internacional de Conducta sobre la Transferencia de Armas. Los ciudadanos del mundo deben exigir a sus líderes que apoyen este Código así como los esfuerzos similares que a nivel nacional o regional se realizan. Solamente a través de la solidaridad, la compasión, y el liderazgo valiente podemos convertir a la violencia y sus vestigios en una memoria distante en el pasado.

Nueva York, 29 Mayo, 1997




Para más información acerca del Código Internaciónal de Conducta,
favor comunicarse con Carlos Walker code@arias.or.cr